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Por MEGAN JANETSKY undefined
PARÍS (AP) — Gomes Antonio ha pasado las últimas semanas levantándose a las 4 de la mañana para iniciar sus rondas alrededor de París repartiendo láminas de vidrio en su camioneta blanca.
Esta fue la única forma en la que el vendedor de 60 años pudo navegar las cerradas calles en el corazón de la ciudad con los bloqueos sobre los puentes del río Sena y que colocaron como parte de una elevada restricción de seguridad para la ceremonia de inauguración que se realizó en el río el viernes.
Las barricadas que bloquearon las calles, las estaciones cerradas del metro y el sabotage de las líneas del metro el viernes que interrumpió el traslado del tren de alta velocidad hacia y desde la ciudad dejó a los parisinos y visitantes refunfuñando. Pero ahora que terminó la ceremonia de apertura, muchos esperan que reabran el centro de la ciudad.
El puente que cruza el Sena cerca de la Torre Eiffel, conocido como Pont Des Invalides, ya había sido abierto el sábado por la mañana y muchas de las barricadas policiales habían sido retiradas. Pero la gente como Antonio aseguró que aún tenían problema para dirigirse al trabajo.
“Espero que las cosas se flexibilicen” en los próximos días, indicó Antonio, quien es portugués, pero vive en París desde hace 42 años. “Tenemos muchas vueltas”.
Tiene planeado manejar 4 kilómetros para entregar vidrio el sábado, pero ya ha manejado más de 10. “Tuve que cambiar mi ruta, las calles, todo”.
Tiendas y restaurantes se están preparando para una menor afluencia de personas debido a las medidas de seguridad para la ceremonia de apertura y que muchos turistas decidieron evitar París por los Olímpicos y algunos parisinos escaparon de la ciudad.
Aunque parisinos y visitantes quedaron maravillados con el espectáculo de luces en la Torre Eiffel, el encendido del pebetero con un globo aerostático y las actuaciones de Celine Dion y Lady Gaga, también están frustrados y poco convencidos con a la limpieza tras la ceremonia y que la policía armada y militares siguen recorriendo las ciudad.
Hasta 45.000 policías y gendarmes, así como 10.000 soldados fueron desplegados para salvaguardar los olímpicos. La gente necesitó de códigos QR para superar las barreras metálicas para ingresar a la zona de seguridad que se impuso para la ceremonia de apertura.