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(Marlene Piña Acosta- Fotos: Carlos Tovar).- Todo depende de los ingredientes, pero sean bien resueltos o normal, en la mayoría de los puestos de perros calientes en Valencia, se ofrecen desde un dólar cada uno, donde los llamativos precios destacan en carteles a la vista del cliente.
En cualquier punto de la capital carabobeña, abundan los puestos para la venta del también conocido como “bala fría”, llamado así en Venezuela por ser una comida de manera rápida, que se come al paso, en una calle.
Antes del mediodía, ya algunos puestos o carritos abren al público, sobre todo en sitios muy transitados, como por ejemplo, en la zona de La Michelena, en el centro de la ciudad, a todo lo largo de la avenida Bolívar norte y calles transversales, entre ellas la 137 de Prebo.
Hay sitios icónicos que por décadas han sido el punto para comerse un perro caliente, uno de ellos, es en el sector La Michelena, con 32 años de fundado, tiempo durante el cual ha conservado su clientela. Para ellos las horas más fuertes son las del mediodía y las tardes. Aquí se ofrece el perro normal en Bs. 47, con queso en $67, y si se acompaña con un refresco en botella éste tiene un costo de Bs. 47.
Otro punto emblemático es una cuadra de la calle entre las torres Banaven y Exterior, en la avenida Bolívar norte. Allí, por lo general después de las 6 de la tarde, ya con carros grandes, incluso de piso, comienzan a abrir para la atención al público.
Pero los precios y el tamaño del perro caliente son distintos. En la mayoría de reflejan en divisas. Se pueden conseguir desde un dólar hasta en $2.5, pues en el valor influyen varios factores como la calidad de los ingredientes al gusto, si son cremas o salsas, la marca de la salchicha si es importada o nacional, y se lleva papitas, cebolla picadita y otros productos.
Sin embargo, abunda el precio a un dólar, incluso se pueden conseguir bien completos, debido a la competencia que ha obligado a mantener este valor.
Hay otros que aunque han surgido en los últimos tres años para acá, han hecho su punto, como es el caso de El Viñedo. Mantienen un precio de $2, porque los productos son importados, y la lista de clientes en espera es constante, desde que abren a las 4 de la tarde.
“Perro grande con queso amarillo” así se ofrece al precio de un dólar en un pequeño puesto en la avenida Bolívar, donde la dueña abre a las 11 de la mañana, con varias sillas plasticas cercanas al mostrador. A una cuadra más allá, está otro carrito de perros que ofrece al mismo precio con otros ingredientes adicionales. Pero el hecho de estar ubicados en la avenida Bolívar, una de las más transitadas, y es el paso de mucha gente que opta por hacer sus diligencias a pie, hace que su puesto siempre tenga sus clientes, sobre todo a la hora del almuerzo, por tratarse de una comida rápida.
En la actualidad para el pago ofrecen distintas opciones. En su mayoría aceptan el pago móvil colocado en un sitio a la vista del cliente, otros adicionan el pago por punto, y en efectivo, bien sea en bolívares o en divisas.