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Por STEVE PEOPLES, ZEKE MILLER y BILL BARROW Associated Press
CHICAGO (AP) — Un Partido Demócrata renovado mirará hacia atrás mientras avanza al comenzar este lunes su convención nacional, con el presidente Joe Biden preparando un discurso de despedida y los delegados deleitándose con la energía renovada que siguió al ascenso de la vicepresidenta Kamala Harris a la cima de la lista de candidatos.
El evento de esta semana en Chicago tiene mucho en juego para los demócratas. El partido debe finalizar el traspaso sin precedentes de Biden a Harris a mitad de campaña y reintroducir a la vicepresidenta en un país dividido que todavía está decidiendo sobre ella.
Si tienen éxito, los demócratas lanzarán a Harris hacia un enfrentamiento electoral con el republicano Donald Trump, cuya candidatura de regreso a la Casa Blanca es vista por el partido como una amenaza existencial a los principios estadounidenses. Pero un paso en falso podría obstaculizar a Harris en un momento en que su candidatura ha estado disfrutando de una explosión de dinero, impulso e incluso alegría.
Por encima de todo, la reunión de cuatro días de miles de activistas y líderes del partido de todo el país está diseñada para celebrar y fortalecer a Harris como reemplazo de Biden, e impulsar su campaña para derrotar a Trump en noviembre.
Apenas debajo de la superficie, se ciernen preguntas reales sobre la profundidad del nuevo apoyo a Harris, la amplitud de su coalición y la fuerza de su movimiento. Hace menos de un mes, los demócratas estaban profundamente divididos en cuanto a política exterior, estrategia política y el propio Biden, quien se aferró a su posición después de su desastroso debate al sugerir que tenía más posibilidades que cualquier demócrata —incluida Harris— de vencer a Trump.
Lejos de la formalidad en la que se han convertido muchas convenciones partidarias modernas, el evento de esta semana ofrecerá a muchos estadounidenses la primera mirada extensa a Harris y a su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz. La forma en que los demócratas presenten a Harris y Walz será fundamental, especialmente ahora que Trump lanza un esfuerzo de una semana para interrumpir su mensaje.
Walz estuvo en un desayuno para la delegación de Wisconsin el lunes, y prometió entre aplausos que él y Harris se apresurarían en las semanas restantes de la contienda. Mientras tanto, los gobernadores de Illinois, Pensilvania y Wisconsin saltaron de un desayuno de delegados a otro, lo que resultó en multitudes rugientes de demócratas que competían por selfies y apretones de manos.
PREPARÁNDOSE PARA NOVIEMBRE
Una distracción potencial de la positividad de la convención serán los miles de manifestantes progresistas que llegan a Chicago para denunciar el apoyo del gobierno Biden-Harris a la guerra de Israel contra Hamás en Gaza. Se esperaba una marcha y una manifestación el lunes por la tarde.
Los aliados de Harris tenían la esperanza de que los manifestantes propalestinos no eclipsen el programa oficial, que incluye una lista de estrellas demócratas actuales y anteriores.
“Los demócratas entran a esa convención entusiasmados, emocionados y unificados”, dijo una de esas estrellas, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, quien fue finalista para ser compañero de fórmula de Harris. “Y es de crucial importancia que llevemos a cabo el proceso judicial en contra de Donald Trump y el caos que traería, y que salgamos de esa convención aún más unificados, aún más emocionados, aún más entusiasmados durante los aproximadamente últimos 75 días de esta campaña”.
Shapiro agregó que daba la bienvenida a los manifestantes durante la convención, “siempre que la protesta sea pacífica, siempre que la protesta siga las reglas de la comunidad”.
BIDEN SE DESPIDE EL LUNES
Parte de la presentación de Harris y Walz será, primero, dar una salida elegante al presidente en funciones de 81 años, quien tiene previsto pronunciar el discurso de apertura el lunes.
El Partido Demócrata probablemente habría estado en un estado mucho peor si Biden hubiera seguido aferrado a la nominación. Enfrentó crecientes preocupaciones sobre su agudeza mental y física después de tener dificultades para completar oraciones en el debate.
Al decidir hacerse a un lado y respaldar a Harris, Biden recibirá en cambio una bienvenida de héroe en su última ocasión como el centro de atención 52 años después de ser elegido para el Senado por Delaware.
Biden planea dar un extenso respaldo a Harris y criticar duramente a Trump antes de dejar Chicago y dar paso a que el programa se centre en la vicepresidenta que él eligió hace cuatro años.
Trump ha tratado de inflamar las tensiones por la salida de Biden. Llamó al momento del discurso de Biden del lunes “el valle de la muerte de la convención”, una sugerencia de que el presidente obtendría ratings más bajos que los oradores de otras noches. Y como lo ha hecho durante semanas, Trump describió la convención en sí como “amañada” porque fue Biden, no Harris, quien obtuvo 14 millones de votos en las primarias y recolectó delegados estado por estado.
“Ella no obtuvo votos”, dijo Trump.
ENFOCADOS EN EL POTENCIAL DE HARRIS
La convención se apoyará en el potencial del partido para hacer historia. Harris contiende por ser la primera mujer, la primera mujer negra y la primera persona con ascendencia del sur de Asia en llegar a la Oficina Oval.
“No estaba segura de que vería este momento particular en mi vida: ver a una mujer negra quien ahora está a punto de convertirse en nuestra próxima presidenta”, dijo Juliana Stratton, vicegobernadora de Illinois y una de las funcionarias electas negras de más alto rango del país.
Stratton recordó la derrota de Hillary Clinton ante Trump hace ocho años, una en la que perdió en campos de batalla clave incluso cuando lideraba el voto popular nacional.
“Recuerdo en 2016 cuando tocamos el techo de cristal, y la reacción de los republicanos fue comenzar a destruir los derechos que nos habían llevado hasta allí”, agregó Stratton. “Esta es otra oportunidad”.
Harris intentará utilizar la convención para atribuirse una parte del mérito por lo que ella y Biden lograron, y a la vez demostrar que reconoce que los votantes quieren más. De camino a Chicago, dio a conocer los puntos iniciales de su plataforma política, centrada en abordar el impacto de la inflación y los costos de los alimentos, la vivienda y el cuidado infantil.
Los demócratas mantendrán el acceso al aborto como tema central para los votantes, con la apuesta de que el tema los impulsará al éxito, como lo ha hecho en otras contiendas clave desde que hace dos años la Corte Suprema revocó el fallo Roe vs. Wade, que estableció en 1973, el derecho constitucional al aborto durante el primer trimestre de embarazo.
Todos los presidentes y primeras damas demócratas vivos aparecerán esta semana, excepto Jimmy Carter —quien está enfermo—, junto con una larga lista de funcionarios federales, estatales y locales y activistas.
Será un contraste con la convención republicana del mes pasado en Milwaukee, donde el expresidente George W. Bush y el exvicepresidente Mike Pence, entre otros republicanos muy reconocidos, se mantuvieron alejados del evento dada la antipatía de Trump hacia ellos.
Se espera que esta semana hable el exrepresentante Adam Kinzinger, un republicano que investigó las acciones de Trump en torno a la insurrección del 6 de enero en el Capitolio, y quien ha respaldado a Harris.
LA CONTIENDA PRESIDENCIAL SIGUE MUY REÑIDA
Quedan muy pocos días valiosos antes de que comience la votación anticipada en algunos lugares en septiembre, y las encuestas recientes muestran una contienda reñida a nivel nacional y en estados en disputa como Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Y los sondeos también muestran que Trump todavía tiene ventajas respecto de lo que los estadounidenses piensan de ambos en cuestiones fundamentales como la economía y la inmigración.
Terry McAuliffe, exgobernador de Virginia y que asistirá a su 13ra convención demócrata esta semana, advirtió que la euforia que tienen los demócratas por el ascenso de Harris podría oscurecer el verdadero estado de la campaña.
Señaló que la convención republicana en Milwaukee fue una verdadera coronación de Trump, con los demócratas consumidos por la ansiedad y la incertidumbre. Ahora, es Trump quien parece tambalearse mientras busca el mensaje adecuado para detener el ascenso de Harris.
La lección, dijo McAuliffe, es nunca dar por sentado que una campaña está decidida y recordar siempre que el resultado depende de obtener 270 votos del Colegio Electoral al ganar los estados en disputa adecuados.
El expresidente no cederá esta semana ante los demócratas y visitará un estado indeciso diferente cada día; comenzará con Pensilvania, seguido por Michigan, Carolina del Norte, Arizona y Nevada para el fin de semana.
La campaña de Trump también ha enviado aliados de alto perfil a Chicago para realizar conferencias de prensa diarias. La alineación incluye a Rick Scott, senador de Florida; Ron Johnson, senador de Wisconsin; y Byron Donalds, legislador de Florida.
“Tenemos cuatro días de mensajes para que el país conozca a Kamala Harris y a Tim Walz. Podremos conocer su agenda, lo que representan y apoyan, quiénes somos”, dijo McAuliffe. “Va a ser una elección reñida. Así es como está nuestro país hoy”.
Pase lo que pase esta semana, ambos lados observarán atentamente con anticipación cómo Harris escribe un nuevo capítulo en lo que ya ha sido una campaña que rompe precedentes.
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Barrow informó desde Atlanta. Los periodistas de The Associated Press Farnoush Amiri y Will Weissert, en Chicago, Ali Swenson y Michelle L. Price, en Nueva York, y Christopher Megerian, en Washington, contribuyeron a este despacho.