Cada año, cuando se acerca el día de Año Nuevo, lo primero que hago es asegurarme de que tengo frijoles carita o frijol chino, como también se le conoce, a mano, para poder preparar Hoppin’ John, el plato tradicional de “buena suerte” a base de legumbres y arroz. En segundo lugar, repaso lo que he aprendido en los últimos 12 meses.
Como periodista de salud, he explorado las últimas investigaciones y entrevistado a algunos de los principales expertos del mundo para ayudar a los lectores a comprender el panorama, a menudo confuso, de la ciencia de la nutrición.
Aquí hay 10 ideas relacionadas con la salud y la alimentación que mis colegas y yo hemos extraído de nuestros reportajes de este año.
1. Hay una dieta cardiosaludable que casi nadie sigue.
Si tienes la presión alta, reducir el sodio no es la única forma de bajarla. Seguir la dieta DASH —que da prioridad a alimentos como la fruta y la verdura, los cereales integrales, los productos lácteos, la carne de ave y el pescado, y las legumbres— puede funcionar tan bien como tomar una medicación hipotensora, según han descubierto ensayos clínicos.
2. A pesar de lo que dicen algunos influentes, los aceites de semillas no nos están envenenando lentamente.
Algunos influentes del bienestar han calificado los aceites de semillas de “tóxicos”. Pero los estudios sugieren que el consumo de estos aceites vegetales, que incluyen los de canola, maíz, girasol y semilla de uva, está relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y muerte prematura. Esto parece ser especialmente cierto cuando la gente utiliza los aceites para sustituir grasas animales como la mantequilla o el sebo.
3. Los suplementos de magnesio pueden ayudar con algunas dolencias comunes, pero las pruebas son escasas.
Parece que ahora todo el mundo toma suplementos de magnesio. Aunque es cierto que a la mayoría de la población de Estados Unidos le vendría bien consumir más magnesio, la mejor forma de hacerlo es obtenerlo de alimentos como los frutos secos, las semillas, las verduras de hoja verde, los frijoles y los cereales integrales. Aun así, investigaciones limitadas sugieren que los suplementos de magnesio pueden ayudar con ciertos problemas, como las migrañas, los problemas para conciliar el sueño, el estreñimiento y el control del azúcar en sangre.
4. Puede que valga la pena incluir los camotes en tu rotación de comidas.
A veces las papas tienen mala fama por su alto contenido en carbohidratos, pero los camotes, también conocidos como boniato o batata, están repletos de potasio (bueno para la presión arterial), fibra (buena para el intestino) y antioxidantes como las vitaminas A y C. A pesar de su dulzor natural, los camotes no aumentan el azúcar en sangre como lo haría un refresco azucarado, porque su fibra ayuda a ralentizar la digestión
.5. Algunos tipos de marisco son fuentes sostenibles de proteínas y grasas saludables.
Los bivalvos como las almejas, las ostras, los mejillones y las vieiras están repletos de grasas insaturadas, proteínas, vitaminas y minerales. Los mejillones, por ejemplo, son ricos en ácidos grasos omega-3, vitamina B12, zinc y hierro. Además, los bivalvos no tienen la carga medioambiental de muchos otros mariscos (como los camarones).
Sin embargo, pueden contener bacterias que causan intoxicaciones alimentarias, así que sigue leyendo para conocer los consejos de los expertos para encontrar marisco seguro y fresco.
6. Los alimentos ultraprocesados tienen mala fama, pero algunos pueden ser menos perjudiciales que otros.
7. Consumir demasiada azúcar puede causar algo más que caries y aumento de peso.
El azúcar ha sido durante mucho tiempo un combustible esencial para nuestro cuerpo. Pero ahora que los fabricantes de alimentos la han agregado en tantos alimentos y bebidas, estamos ingiriendo más de lo que nuestra evolución nos permite manejar. Las consecuencias para la salud pueden ir más allá del aumento de peso y las caries dentales, ya que afectan al intestino, el cerebro, el hígado, el corazón, las articulaciones y otros órganos.
8. Demasiado alcohol puede dañar tu intestino.
No está claro cómo o incluso si un vaso ocasional de vino o cerveza afecta a tu intestino. Pero las investigaciones sugieren que las personas que beben mucho tienen un desequilibrio de bacterias “buenas” y “malas” en el intestino, lo que se asocia a inflamación y enfermedad. También pueden tener un revestimiento intestinal más permeable (o “con filtraciones”), que puede contribuir a la inflamación y el daño hepático.
Incluso los atracones de alcohol ocasionales —definidos como cuatro o más bebidas en un periodo de unas dos horas en el caso de las mujeres, o cinco o más bebidas en ese mismo periodo de tiempo en el caso de los hombres— pueden causar inflamación y cambios en el microbioma que se han relacionado con un mayor deseo de consumir alcohol, según sugiere la investigación.
9. Probablemente no sea buena idea comer como Bruce Springsteen.
El Jefe dice que come una vez al día, un patrón alimentario que a veces se denomina dieta OMAD. Se trata de una forma extrema de ayuno intermitente, que consiste en comer solo durante determinados periodos de tiempo. Algunas investigaciones limitadas sugieren que el ayuno intermitente puede ayudar a perder peso, pero consumir una sola comida al día probablemente te dejará hambriento y propenso a comer en exceso cuando tengas ocasión.
10. Los cereales poco comunes como el teff, el mijo y el amaranto ofrecen un aporte de fibra, proteínas y antioxidantes.
En Estados Unidos, la mayoría de la gente no consume suficientes cereales integrales, y cuando lo hacen, tienden a comer alimentos conocidos como el arroz integral y la avena. En 2025, considera la posibilidad de probar un grano nuevo, como el trigo sarraceno, el mijo, el amaranto, el sorgo o el teff. Cada uno tiene una textura y un sabor únicos, y está repleto de nutrientes como fibra, proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes.