El desempeño del venezolano Andrés Chaparro ha oscilado entre jornadas brillantes y otras menos efectivas en cuanto a contacto, pero su impacto general lo posiciona como uno de los nombres más consistentes en esta pretemporada.
El viernes, Chaparro tuvo un desempeño de 3-1, elevando su línea ofensiva a .429/.478/.619. La capacidad para capitalizar los lanzamientos adecuados lo convierte en una amenaza ofensiva evidente.
El mánager Dave Martínez destacó su aporte durante la transmisión.«Cada vez que le dan la oportunidad, responde. Es un agradable problema». Estas palabras refuerzan la percepción de Chaparro como un bateador que no solo busca conectar la bola, sino que además exhibe un enfoque inteligente al aprovechar cuentas favorables.
Un rendimiento que lo mantiene en el radar
Aunque Chaparro no figura entre los principales prospectos de su organización, su producción en la Liga de la Toronja lo mantiene en el centro de atención. Su OBP de .478 es reflejo de su disciplina en el plato, mostrando paciencia para esperar el lanzamiento adecuado. Esta virtud lo posiciona como una opción viable en un equipo que busca profundidad ofensiva.
Si bien ha alternado días con múltiples imparables y otros sin conectar hits, la calidad de sus turnos ha sido constante. La madurez que demuestra en cada enfrentamiento con el lanzador refuerza su candidatura como un jugador que puede ofrecer resultados sólidos cuando se le presenta la oportunidad.
Con estas actuaciones, Chaparro sigue sumando puntos en la lucha por hacerse un lugar en el roster del equipo, demostrando que, pese a no estar entre los prospectos más renombrados, su consistencia puede ser una gran ventaja para el equipo.
