Rosa Orozco, madre Geraldín Moreno, entregó este jueves un oficio en el Ministerio Público de Carabobo en el que solicita que se continúen las investigaciones en contra de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), presuntamente involucrados en el asesinato de su hija.
Moreno perdió la vida el 19 de febrero de 2014 durante una protesta antigubernamental en la urbanización Tazajal de Naguanagua, tras recibir disparos de perdigones en el rostro.
En 2016, fueron condenados dos sargentos de la GNB por la causa: el primero, Albin Bonilla Rojas, sentenciado con 30 años de cárcel; mientras que Francisco Caridad Barroso recibió una condena de 16 años y 6 meses.
A diez años del asesinato de su hija, Orozco continúa exigiendo justicia. Es por eso que cada año después de 2016, se dirige al MP para introducir un oficio.
“Estamos solicitando la investigación de los otros 19 guardias nacionales que vieron el hecho, cuando le dispararon a Geraldín, y la investigación de la línea de mando, porque alguien tuvo que dar la orden”, especificó.
Aseguró que su denuncia no es sólo por Moreno, sino por todos los jóvenes que perdieron la vida de forma violenta en manos de funcionarios. “Ya han transcurrido 10 años y aún no hemos conseguido esa justicia tan anhelada por los familiares”, comentó.
Detalló que en los casos de los asesinatos de Guillermo Sánchez y Mariana Ceballos, todavía no ha sido sentenciado ninguno de los uniformados responsables.
A su juicio, es inaceptable que en Venezuela sentencien a funcionarios de las fuerzas policiales o militares por agredir a protestantes, e inmediatamente les concedan casa por cárcel, mientras que a quienes alzan la voz para exigir democracia continúan detenidos, esperando por años que se les efectúe la audiencia preliminar. “Lamentablemente todavía hay impunidad”.
