Por: Eduardo Chapellín
“Dicen que el segundo año es el más difícil en Grandes Ligas, porque los pitchers te conocen más, pero uno también los conoce. No creo en eso. Fíjate que Ronald Acuña Jr tuvo un mejor segundo año (41 HR y 37 BR), mi compañero Bobby Witt Jr. (30 HR y 49 BR) también”, sentenció Maikel García, tercera base de Reales de Kansas City.
Esta reflexión fue parte de la interesante entrevista que este orgullo de La Sabana, estado La Guaira, ofreció al podcast Detrás Del Show, antes de partir a los entrenamientos primaverales de la realeza.
Apodado “El Barrendero” en la LVBP, García debutó para la MLB en 2022, pero su primer torneo completo fue el año pasado, donde promedió .272 (464-126) en 123 careos con 20 dobles, cuatro triples, igual cantidad de vuelacercas, 50 remolques, 38 boletos y 23 estafadas en 30 intentos.
Considera que el haber jugado en la esquina caliente con Tiburones de La Guaira, “me ayudó a mejorar a la defensa y eso se verá esta temporada con Kansas City. Yo cuando voy a Venezuela no voy a farandulear, ni a mejorar detalles de mi juego, sino juego para ganar. Luego en Estados Unidos me doy cuenta de las cosas que he mejorado en el campo. No vine a Venezuela con el plan de jugar shortstop porque sé que no lo jugaré con Kansas City”.
No era amante de las formaciones especiales a la defensa: “Soy un jugador de instintos. Cómo un bateador va a pulear (jalar) la bola si le están lanzando afuera. Como era novato tenía que hacerlo, pero a veces Salvador Pérez me dice ‘juega por instinto… olvídate de esa carta y si ves que están lanzando quebrados, te colocas donde te sientas bien’. Y es lo que intento casi siempre”.
FIEBRUDO
“Le encanta jugar. No puedes quitarle eso. Quiere jugar todos los días, todo el año” señaló el mánager de los monarcas, Matt Quatraro, desde que el venezolano llegó a los campos de entrenamiento.
A lo que agregó el gerente general del club J.J. Piccolo: “Y al mismo tiempo está mejorando. Su confianza está creciendo; va a seguir mejorando como bateador. Creo que sus tasas de batazos de fuerza continuarán ascendiendo. Eso pasa cuando obtienes muchos turnos, luego de jugar todo el invierno”.
“Increíble. Cada vez que juego allá, me divierto. Lo disfruto mucho”, comentó a sus compañeros de la realeza, “pero ahora estoy contento por estar aquí de nuevo. Intentaré jugar mejor acá, y llegar a los playoffs. Traer la energía que conseguí en Venezuela a Kansas City. Queremos ganar”.
Maikel conversó además sobre la variedad de pitchers que enfrentó en el invierno y atizó que “al enfrentar un pitcher veo su velocidad y la extensión del lanzador, Si tira a noventa millas y tiene una extensión de 7.5 en el brazo, la bola se ve más rápida. En la LVBP son muchos los que lanzan curva, pero en Grandes son apenas cincuenta los que pitchean ese envío. Ahí lo que se ven son rectas, slider y sweeper”.
También es muy estudioso de los pitchers que enfrentará día a día: “La noche anterior veo videos del abridor que me tocará. Veo el arsenal que tiene, cómo me han pitcheado, qué lanzamiento utiliza en tal conteo y así otros detalles…. Además y desde el año 2022, cuando voy de 3-0 en un juego o fallo en un turno importante en el sexto, siempre estoy positivo porque en el octavo o noveno inning me va a tocar otro importante”.
Reconoce que en sus dos primeros años en las menores (2017 y 2018) bateó .222 y .224, “porque me confomaba con un hit y pensaba que con eso hacía el día. Al tercer año me concentraba en buscar tres hits y si fallaba en un turno donde le podía dar mejor, me molestaba mucho”.
De las estadísticas avanzadas, estudia el OPS, mientras de las tradicionales se enfoca “en el average y las bases bolas. Si obtengo más boletos, tendré menos turnos que no cuentan y me ayuda en el promedio…. Eso sí, siempre se debe trabajar fuerte, porque otro te puede quitar el puesto”.
“En Grandes Ligas no hay días libres”
Sin embargo, García lanzó en esta entrevista por podcast qué para el invierno de este año, “trabajaré más en el físico. Nunca había jugado 15 días corridos y cuando lo hice (en 2023) parecía un viejito. Estaba cojeando (risas). En las Grandes Ligas no hay días libres, así que la temporada se te hace corta y hay que trabajar el físico. Por eso es que no voy a jugar con Tiburones de La Guaira la próxima temporada. Les dije (directiva) que no venía a jugar más porque ya había cumplido. No van a contar conmigo la próxima zafra”.
Por eso también acotó que “ahora las personas esperan que Tiburones gane el otro año. Así que habrá (la gerencia) que buscar jugadores para conseguir victorias temprano, porque muchos no jugarán tampoco”.
Y no dice mentiras, ya que si le sumamos a Maikel los careos en ligas menores y las mayores, fueron 152. Y si le agregamos 29 choques en la ronda regular de la LVBP con La Guaira, más otros 20 en los playoffs, dan un total de 201 partidos en un año.
Agregó que “además le prometí a mi madre que si quedábamos campeones, iba a trabajar en mí y alejarme un tiempo de la LVBP”.
