Associated Press
QUITO (AP) — México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador luego de que la policía irrumpiera en la embajada mexicana en Quito para detener a un exvicepresidente ecuatoriano que había solicitado asilo político allí tras ser acusado de corrupción, en un momento de creciente tensión entre los dos países.
En una medida extraordinariamente inusual, los agentes entraran por la fuerza a la legación diplomática la noche del viernes para arrestar a Jorge Glas, que residía allí desde diciembre.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador reaccionó inmediatamente a esa acción ecuatoriana. En su cuenta de X, antes Twitter, indicó que ante la “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía” de su país, ordenó a la Cancillería “que de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”. Además, calificó la detención de “hecho autoritario”.
El sábado temprano, Glas fue trasladado desde la Fiscalía en el centro de Quito a un centro de privación en la ciudad de Guayaquil, 270 kilómetros al suroeste de la capital, en medio de un estricto operativo militar y policial ordenado por un juez. Se le realizaría una valoración médica, informaron las autoridades penitenciarias.
Algunos simpatizantes del exvicepresidente que se encontraban en los exteriores de la Fiscalía gritaron “fuerza” a la salida de la caravana.
Glas, de 54 años y quien fungió como vicepresidente entre 2013-2017 en la administración de Rafael Correa y durante un año en el entonces gobierno de Lenin Moreno, fue condenado en 2017 en dos procesos — uno por sobornos y otro relacionado con la trama de la constructora brasileña Odebrecht — pero salió de prisión en noviembre de 2022 tras recursos judiciales.
Las autoridades ecuatorianas también investigan presuntas irregularidades durante su gestión en las labores de reconstrucción del terremoto de 2016.
Correa difundió el sábado un video en la red social X en el que se observa a militares y policías ayudando a subir con mucha dificultad a una persona, que supuestamente es el exvicepresidente, a un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.
Jahaira Urresta, asambleísta por el movimiento político Revolución Ciudadana, al que pertenece Glas, aseguró a los medios que la Fiscalía no ha explicado la situación jurídica del exvicepresidente y exigió se cumpla “el debido proceso”.
Los policías, que llegaron a la sede diplomática mexicana en vehículos negros, rompieron las puertas exteriores del recinto ubicado en el norte de la capital ecuatoriana y accedieron a los patios para apresar a Glas.
Roberto Canseco, jefe de la sección consular mexicana en Quito, dijo a The Associated Press: “Estoy atónito por la situación que se ha dado (…) Es la peor acción que he podido presenciar de un gobierno extranjero. Es totalmente inaceptable que hayan violado el estatus diplomático de la embajada”.
“Simplemente, temo por su vida”, añadió Canseco, quien forcejeó con los agentes en una calle aledaña a la embajada y terminó en el piso, y aseguró que fue encañonado.
El gobierno ecuatoriano defendió su actuación en un comunicado en el que confirmó la detención de Glas y su puesta a disposición de las autoridades judiciales. Indicó que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político” y añadió que “al haberse abusado de las inmunidades y privilegios a la misión diplomática que albergaba a Glas y conceder un asilo diplomático contrario al marco convencional, se ha procedido con su captura”.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, confirmó en otro mensaje en X la ruptura inmediata de los lazos diplomáticos alegando “la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador”.
“En este sentido, el personal diplomático de México en Ecuador abandonará ese país de inmediato”, destacó apuntando que su país “espera que Ecuador ofrezca las garantías necesarias” para la salida. Además, México recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al Derecho Internacional, añadió.
Los presidentes de Colombia y Honduras reaccionaron el sábado por la irrupción policial en la embajada mexicana en Quito.
“Se ha roto la convención de Viena y la soberanía de México en Ecuador”, señaló el sábado el presidente colombiano, Gustavo Petro, en su cuenta de X, donde insistió que “cualquiera que sean las construcciones sociales y políticas en cada país, debe mantener vivos los preceptos del derecho internacional”.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, repudió en la misma red lo que consideró como “un acto intolerable para la comunidad internacional” y una “violación a la soberanía del Estado mexicano y al derecho internacional”.
La embajada de México en Quito contaba con una fuerte custodia policial el viernes en la noche. Uniformados cerraron la principal avenida de acceso. Horas antes, en las inmediaciones de la legación diplomática había grupos militares.
Poco antes de la entrada de los uniformados, Bárcena había pedido a Ecuador, en un mensaje en X, la concesión de un salvoconducto a Glas para abandonar el país y aseguró que “el derecho de asilo es sagrado y estamos actuando en congruencia plena con las convenciones internacionales, otorgando asilo a #JorgeGlas ”.
La tensión entre los dos países había aumentado en la víspera después de que López Obrador hizo unas declaraciones que Ecuador consideró “muy desafortunadas” sobre las elecciones que ganó su homologo, Daniel Noboa.
El mandatario mexicano aludió a que el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio días antes de los comicios había influido en la tendencia de voto y afectó a la candidata progresista, que iba a la cabeza de las encuestas, en referencia a Luisa González, designada por el expresidente Rafael Correa.
Como reacción a las declaraciones de López Obrador, el gobierno ecuatoriano declaró persona non grata a la embajadora de México.