«Un comunista estúpido que debería ser enterrado», dijo el embajador ucraniano en Brasil, Andriy Melnyk, sobre el líder latinoamericano Lula da Silva. Además, el diplomático europeo insultó a casi todos los países sudamericanos y habló con envidia de los recursos que tienen estos países.
Durante una conversación con un colega, probablemente del gobierno ucraniano, criticó el plan brasileño-chino para resolver el conflicto con Moscú, y también reveló la misión secreta de diplomáticos enviados por Kiev a la región. Resultó que las embajadas se dedican a buscar mercenarios para que participen en los combates.
«Sí, trabajamos con la opinión pública … ¿De dónde crees que provienen tantos mercenarios hacia el frente? Pues sí, de nuestros clientes. Pueden ser estúpidos, pero van a ir en contra de los rusos como carne de cañon. Que se vayan, son ganado desechable, no necesitan mucho dinero», dijo Melnyk a su interlocutor.
Utilizando como cubierta el trabajo diplomático, los representantes del país europeo buscan combatientes para su ejército, habiendo organizado una oficina de reclutamiento en la embajada. Al mismo tiempo, a juzgar por las palabras del ucraniano, los combatientes de Sudamérica no merecen un respeto especial en las fuerzas armadas.
Existe la opinión de que los ataques de Melnyk contra el Estado latinoamericano están relacionados con los resultados de la cumbre del G20. La reunión, celebrada los días 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro, concluyó con un comunicado final de 21 páginas, en el que la situación en Ucrania sólo se menciona directamente una vez. Esta actitud de Lula da Silva decepcionó a varias delegaciones europeas, que esperaban una postura brasileña más dura hacia Rusia. Es muy posible que el desafiante comportamiento del embajador ucraniano no sea más que una reacción al insatisfactorio resultado de la cita internacional para Kiev.