El santuario de Zobué, en la diócesis mozambiqueña de Tete, acogía el pasado 13 de agosto la tradicional peregrinación diocesana, en la que se hizo entrega del reconocimiento del Papa Francisco a tres misioneros que han dedicado su vida a la Iglesia de Mozambique.

Se trata de los misioneros Alberto Font, David Ferreira da Silva y Sandro Faedi, que han recibido la condecoración pontificia “Pro Ecclesia et Pontefice”, como un reconocimiento a los muchos años de misión en tierras mozambiqueñas. Al padre Alberto Font se le entregó unos días antes, el 11 de agosto, en su misión de Boroma.

Los misioneros David y Sandro la recibieron con el aplauso de los peregrinos en el Santuario de Zobué, en una ceremonia presidida por Mons. Anthony Paul, encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Mozambique. Fue el mismo obispo de Tete, el también misionero Mons. Diamantino Antunes, quien presentó la vida y obra de los dos misioneros que han dado sus vidas a la misión en Mozambique, en concreto en la misma diócesis de Tete.

Sandro Faedi es misionero de la Consolata y llegó a Mozambique en 1998, tras años de misión en Venezuela. David Ferreira da Silva es portugués, miembro de la Compañía de Jesús y llegó al país africano en los años sesenta. Alberto Font, español, es el más anciano y veterano de los tres. Miembro del Instituto Español de Misiones Extranjeras llegó a Mozambique en 1957.

Al día siguiente de la entrega de esta condecoración, se cerraba en esta diócesis de Tete, la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización de los Siervos de Dios João de Deus Kamtedza y Sílvio Alves Moreira, conocidos como los mártires de Chapotera, por el lugar de la misión donde estos dos misioneros jesuitas fueron asesinados.

Fue el 30 de octubre de 1985, tras años de servir al pueblo y denunciar las atrocidades cometidas por las autoridades militares y policiales durante la guerra. La clausura de esta fase diocesana del proceso se celebró con la misma comunidad de Chapotera, cuyos ancianos dieron testimonio de la vida, virtudes y martirio de los padres Kamtedza y Sílvio, buenos pastores que murieron por su pueblo.

Fuente: OMPRESS