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martes, abril 23, 2024
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La relación Venezuela-China

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Por Luis Vicente León
Las variables para analizar los resultados de la visita presidencial a China no son, para nada, las clásicas que hemos estado viendo en algunos reportes recientes. Es obvio que China no entregará dinero a las magnitudes que hizo con el gobierno de Chavez y tampoco el gobierno de Maduro estará dispuesto a aceptar maquinitas para montar elefantes blancos en el medio del llano.
Decir entonces que no habrá grandes créditos producto de esta visita es decir algo evidente que por supuesto compartimos. Pero la realidad de esa relación es totalmente distinta hoy que en el pasado.
Para China, el interés renovado en la relación con Venezuela es energético y probablemente también mirando a las empresas básicas de Guayana. Con los BRICS incorporando a los principales petroleros del mundo, sería muy raro pensar que no le interesa cerrar el círculo con la mina de petróleo más grande del mundo y más aún estando en el hemisferio occidental.
Y por supuesto que no se trata de darle plata a Venezuela en créditos cómodos. Se trata de firmar acuerdos donde China pudiera controlar la operación petrolera de sus campos (independiente del control del gobierno venezolano) y pagar por ellos dividendos, impuestos y regalías (por cierto que intentará hacerlo en Yuanes, algo que a Maduro podría interesar sólo si representa una parte minoritaria de sus ingresos, pero le gustará mucho menos si se convierte en un monopsonio de un único cliente).
Esto es más parecido al acuerdo Chevron que a cualquier operación del pasado. Por cierto, un acuerdo de este tipo entre China y Venezuela pone en aprietos a EEUU para decirle a China que necesita su permiso o “confort letter” para comerciar, cuando ella misma compra petróleo en ese mecanismo.
Pero aquí no queda la cosa. El otro objetivo, no menos importante, es presionar la toma de decisiones de EEUU sobre el tema de las sanciones petroleras a Venezuela. Mientras más se acerque China a Maduro (y viceversa) y aumente los riesgos geopolíticos de incrementar el control energético de ese país en el mundo y fortalecer los BRICK, mas difícil le es a EEUU mantener su posición inflexible frente a Venezuela, incluso sin poder resolver los temas políticos que le interesa en términos de la democratización del país.
Como dirían en mi pueblo , mientras más se estire esa liga mas probable es que lo que parecía inflexible…se flexibilice porque la política internacional suele privilegiar los intereses económicos sobre los políticos.
Es posible claro que EEUU no acepte esa presión y termine por agudizar su estrategia sancionatoria. El problema con esa decisión es que luego de varios años de intentos fallidos, el gobierno venezolano luce inmune a las sanciones en términos de su permanencia en poder y el resultado final puede ser muy contraproducente, pues Venezuela puede terminar “iranizando” su economía y volteando completo a oriente, mientras el sistema político se nicaragüiza, sin ninguna amenaza real y creíble en frente. Ojalá que el escenario sea el primero y la cordura prevalezca en todas las partes.
Tomado de la cuenta X de Luis Vicente León
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