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miércoles, abril 24, 2024
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Juguetes de la fatalidad

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Carlos Raúl Hernández

  1.  Pedro Sánchez ha perdido tres elecciones, pero “eppur si muove”. España vive efectos de un sistema político sinuoso, confundido, que denuncia el peligro de “fascismo” en Vox, un partido estrictamente constitucional, pese a tener el fascismo gobernando en Podemos. Una sociedad que permite eso, puede permitir cualquier cosa. Pero es la norma que eso ocurra con una frecuencia que podría impresionar si existiera el sentido común. Cada vez que mencionamos a Pound, Heidegger, Celine, Pessoa, Cioran, Blanchot, Eliade, escoliastas de fuerzas oscuras del fascismo, se nos exige recitar antes el anatema, “pese a ser un miserable, es un gran creador…”. Muy distinto si mencionamos a Lukács, Merleau-Ponty, Sartre, Brecht, Kojeve, Neruda, Louis Aragón, Marcuse, Picasso, hagiógrafos de tiranías igualmente terribles, pero no requieren letanías parecidas.  Han gozado de bastante simpatía, son incluso referencias y a nadie se le ocurrió que a alguno de ellos hubiera que recluirlo en el manicomio de St. Elizabeth, como a Pound. Se arrancaron las barbas por Stalin, Mao, Pol Pot y Castro, entre otros. vampiros. Y cuando Sartre no manifestaba en favor de Pol Pot o Mao, hacía tríos de cama con su mujer Simone de Beauvoir y niñas estudiantes. Como premio recibió nada menos que el Nobel, máximo galardón de Occidente.  Lo paradójico es que tanto los creadores fascistas o criptofascistas como los comunistas o criptocomunistas pertenecen matrices ideológicas idénticas: el odio por la sociedad abierta, “capitalista”, laica, pluralista, democrática, liberal, a la que se quiere someter a patrones monstruosos.
  2. Nadie enterado deja de reconocer que el siglo XX el único pintor libre de la oceánica influencia de Picasso es Jackson Pollock. Que de la impronta de Neruda estuvo exento un solo poeta latinoamericano, Nicanor Parra. Y que no hay ninguno en lengua inglesa sin la marca del norteamericano Ezra Pound. Así es la arrolladora, insondable profundidad de este titán, capaz de escribir Cantares, un libro casi impenetrable, de extensión gigantesca, con pasajes tan sublimes que no parecen humanos, miembro de la llamada generación perdida norteamericana, nada perdida, por cierto.  Recuerdan de él su generosidad e inusual bonhomía. Durante su vida en Europa, estimula, protege, financia y promueve muchos escritores y artistas de la época.  Lo mismo a Joyce consigue editor para Ulises, a T. S. Eliot, John Doss Passos, D. H. Lawrence, Robert Frost, Hemingway y muchos otros. Pound los acompañaba en sus depresiones, les impide suicidarse, vende cuadros de pintores amigos, paga hospitales, consigue editoriales, -y hasta novias-, y organiza conciertos. Llega a Italia en 1924 y viene la metamorfosis.  Se hace propagandista del fascismo con un programa en Radio Roma dedicado a desmoralizar las tropas norteamericanas y enaltecer la ola totalitaria. Hay una antinomia moral entre Ezra Pound, norteamericano que milita en el fascismo contra su país, y su némesis, Thomas Mann, el alemán que por el contrario, se nacionaliza norteamericano en disidencia de Hitler.
  3. La defensa de la democracia y la vida civilizada por Mann es transparente y no lloveré sobre el agua, para ocuparme más bien de Pound, la oveja negra.  Más allá de la tesis de Kristeva, que recomienda separar los hombres de sus creaciones artísticas, me acosaron varias ideas fijas. Asaltan las liebres del pensamiento y hay que asarlas.  Pound, poeta-economista, como lo llamaban, quería que los hombres fueran igualados por la mano del Duce, a quien llamó “macho de la especie”, constante de algunos intelectuales ante los “hombrones” autoritarios. Como Mussolini, Pound se desplaza desde el el totalitarismo de izquierda al de derecha, cuyas únicas diferencias son los colores rojo, pardo o negro de las camisas de los aporreadores en las calles.  Entre 1910 y 1921 en Gran Bretaña Pound escribe en publicaciones de izquierda para devastar los “valores burgueses” que resumían la vida convencional, la Iglesia, el sentido del humor británico, el comercio, los negocios, “el teatro de la conformidad”, la poesía tradicional, el elitismo cultural de los movimientos vanguardistas y también, paradójicamente, la cultura popular adocenada. Vive fanatizado conque la suya es la mejor vía para acabar con el orden establecido igual que los marxistas por su lado. Intenta formular ideas políticas o económicas en artículos y conferencias sorprendentes por rupestres, que no se compadecen con las dimensiones del poeta y traductor, lo mismo que sus atropelladas alocuciones radiofónicas.
  4. La furia autoritaria esclavizó por milenios gente pacífica. Parecía salirse con la suya, pero los seres de un día controlaron la hostilidad de la naturaleza, de sus congéneres y la que llevamos en la sangre. El hombre es “el animal blando”, como lo definió el sociólogo Arnold Gehlen, pero tiene voluntad, razón y pasión. Error de las ciencias sociales creer que somos paja en el viento, juguetes de la fatalidad, las circunstancias, la sociedad o la historia y no hay excusa para justificar quienes se afilian a movimientos monstruosos. Si fuera simples instrumentos, viviríamos aún aterrados en cuevas con herramientas de piedra. Aislados en una habitación un humano desnudo y una rata rabiosa, la pelea es pareja. Pero la criatura de físico vulnerable y espíritu poderoso, el homo sapiens sapiens, desarrolló la inteligencia y mecanismos, tecnologías e instituciones para defenderse de fieras, de otras catervas y de sí mismo. El hombre es la voluntad, “la fuerza para sobreponerse… a toda costa”, dice otro pensador. Para convivir instauraron tótem y tabú: esto se puede hacer, esto no. Matar, robar, pederastia, incesto, están prohibidos ¿Cómo vencieron “históricamente” los sapiens a los vigorosos neandertales, animales duros, acorpados, hirsutos, agresivos, salvajes, con nariz chata de largo alcance? Pese al absurdo vegano, las proteínas rojas desenvolvieron cerebro y manos del sapiens. Y según la antropología, el perro está entre los factores aleatorios que aceleraron la humanización.  Este animalito eliminaba las víboras que ponían en peligro las crías y sus madres lo amaron.
  5. Gracias a sus protectoras el perro se hizo amigo de los varones, cazadores a los que suplió las deficiencias de olfato para atrapar presas, y así aumentaron la ingesta de carne. Pero según Ernst Gombrich, cumbre de la sociología del arte, un acontecimiento determinante y básico por encima de todos los demás, impulsó el salto definitivo del animal al hombre.  Fue el día que descubrió el sexo cara a cara, y de verse a los ojos, nació el sentimiento, que individualizó a la hembra y la liberó de ser el receptáculo que saciaba a cualquiera en la manada: “si la tocas te mato” se pronunció por primera vez. Para ella transformó un acto violento, efímero e impersonal, tributo a los machos que la protegían y no podía evitar, en un momento de intimidad profunda y reparadora. Con ese nuevo vínculo recóndito, él enfrentaba las fieras con más fuerza, porque lo esperaba alguien que sentía parte de sí mismo y cuyo fantasma lo acompañaba. Pasa a ser la mujer y deja de ser hembra de la especie. Según Gombrich el milagro del sentimiento estalla en el arte rupestre.  Eso se lo perdieron los pobres neandertales en su anacrónica bestialidad.
  6. Avanza el conocimiento porque hasta entonces el embarazo era un suceso mágico, inexplicable, pero ahora comienza a entenderse el vínculo entre sexo y procreación. Algunos antropólogos heterodoxos piensan que, derrotados por los brillantes homo sapiens, los neandertales se unieron a ellos, y hoy parecieran andar en el metro, los aviones y también en el poder. Sus eventuales nietos, en vez de rugir insultan, el mismo rugido ahora articulado por el lenguaje, su herencia genética violenta y miope, desgracia la vida de las naciones. Instalan guerras, cárceles, torturas, allanamientos. Las instituciones “ponen bozal a las bestias de rapiña…con eso no mejoran moralmente, pero se hacen inofensivas como los herbívoros…La máquina social doma los egoísmos…en interés de la supervivencia”. Conciliar, discutir, tolerar, son hijos del avance humano. Pero si la máquina social cae en manos de fieras match políticas, se voltea contra la gente y la vida cruje a tal el extremo que las sociedades donde ocurre, recuperan la normalidad a un alto costo.  Una vez cierta diputada ucraniana, Natalia Korolévskaya, presentó un proyecto de ley para prohibir el cara a cara en la cama porque “dificulta la concepción” y en su país “existe un déficit poblacional”. Lo dice basada en un “informe técnico”. La ley irrumpiría en las habitaciones a exigir el “a tergo” o “pecorina”.
  7. @CarlosRaulHer
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