(Marlene Piña Acosta). Cofrades y feligreses acompañaron en el viacrucis por calles del centro de Valencia, con motivo de la Peregrinación Jubilar que organizó la Cofradía Nuestra Señora del Socorro, presidida por Marina Giménez de Bencomo, con la presencia de monseñor Jesús González de Zárate, arzobispo de la ciudad.
La peregrinación se realizó el sábado 22 de marzo, luego de concluido el Retiro de Cuaresma 2025, una de las actividades programadas por la hermandad para este año.
Reflexiones bajo la meditación de la esperanza y la Virgen María, la Madre de Dios, su testimonio más alto, fueron presentadas por monseñor Jesús González de Zárate, en el auditorio completamente lleno del colegio Betania, donde se realizó la jornada espiritual, iniciada a las 8 de la mañana, a la que asistieron numerosos cofrades y fieles que vinieron de distintas partes para participar.
Al mediodía, el prelado condujo una hora de adoración eucarística en la capilla, y tres sacerdotes ofrecieron el sacramento de la confesión a un centenar de fieles. .
A la 2:45 de la tarde, se inició la Peregrinación Jubilar hasta la Catedral de Valencia, pero antes hubo el canto del himno tradicional «Valencia te quiere, Valencia te ama, Valencia te aclama» a la imagen de la Virgen del Socorro, un obsequio de la cofradía al Colegio Betania.
Tambien hubo palabras de monseñor González de Zárate, quien destacó entre las distintas reflexiones, la significación del Año Jubilar.
Explicó que el Año Jubilar es para todos, para los que pueden cumplir los requisitos para ganar la indulgencia y también para los que no los pueden cumplir. «El júbilo viene en poner a Dios en el primer lugar de la vida. Solo el conocer a Jesucristo es salvación para nosotros».
«El camino que nos acerca a Dios es un camino extenso, largo, algunos van rapidito, y otros van más despacio, pero todos vamos en el camino del Señor, quien a todos nos sostiene».
Recordó que la gracia de la indulgencia puede ganarse cotidianamente en el Año Jubilar, siempre que se cumplan con las condiciones, y en las iglesias que están determinadas para ello.
La procesión donde los fieles rezaron el Viacrucis, recorrió la calle Carabobo y cruzó por la Colombia hasta llegar a la Catedral de Valencia, bajo un intenso y brillante sol.
Al concluir la celebración eucarística, que presidió monseñor González de Zárate, se abrió la capilla de la Virgen del Socorro, donde el prelado junto al padre Pedro De Freitas y los fieles se acercaron para rezar frente a su altar.
